Perfección aparente

-Cuéntame un cuento de princesas, con su vida aburrida y su príncipe azul. Cuéntame como su príncipe la quiere solo porque es guapa y que no es amor verdadero. Dime la verdad de esas historias, dime como acaban. Porque estoy completamente segura de que todos los días no se comen perdices y se es feliz.
+¿De verdad quieres saberlo?
-¡Por supuesto!
+Pues en cuanto suben al blanco corcel del príncipe ya tienen su primera pelea porque la princesa quiere un coche de caballos. Por el camino el príncipe quiere ir con la ventanilla bajada, pero la princesa se despeina. Mas tarde, en el castillo, el príncipe quiere ver el fútbol y la princesa quiere dar un paseo. Para dormir los dos quieren el mismo lado de la cama y acaban teniendo una cada uno.Tampoco se ponen de acuerdo en que color quieren los trajes de príncipes, ni que país lejano van a gobernar. Se pelean por qué reino es mas feliz,si el de sus padres o el de los padres de su pareja. Se alejan el uno del otro porque buscan aventuras y diversión y se van separando poco a poco. Y en cuanto a la comida, ¡nada de perdices, que engordan! Cada día que pasa están mas distanciados, y como son príncipes y tienen muchas fiestas, conocen a gente especial. Y acaban por terminar con una relación que dura lo que un cuento. ¿Para qué querías saber todo esto?
-Porque todo el mundo quiere una relación de cuento y nadie se para a pensar que pasa después del 'y comieron perdices y vivieron felices'.

.

El éxito comienza en la voluntad. Si piensas que estás vencido, lo estás. Si piensas que no te atreves, no lo harás. Si piensas que te gustaría ganar, pero no puedes, no lo lograrás. Si piensas que perderás, ya has perdido. Piensa en grande y tus hechoscrecerán. Piensa en pequeño y te quedarás atrás. ¡¡Piensa que puedes y podrás!! todo está en el estado de la mente. Tienes que estar seguro de ti mismo. Las batallas de la vida no siempre las gana el hombre mas fuerte o mas ligero, la gana aquel que cree que podrá hacerlo.

La vida..

Y por fin te das cuenta de que la vida no es un cuento de hadas, dónde hay príncipes azules, castillos, ni hadas. Te das cuenta de la cruel realidad, que las cosas te las tienes que ganar tu con tu propio esfuerzo. Que hay personas que te quieren, otras que te odian, y a las que te quieren son a las que le haces mas daño. Las abandonas, rompes sus corazones, por mucho tiempo que pase te seguirán queriendo, hasta que ya por fin, ya de una vez se olvidan de ti, y entonces es cuando te das cuenta de lo que tenías, y de lo que has perdido por una estupidez.

-

Te lo dije, tuviste que haber aprovechado el momento, se fué, ¿que esperabas?, ¿que te esperase eternamente?
+Lo sé, tienes razón, pero esque entonces no lo tenia claro
-Pero, eso significa que ahora lo tienes claro, ¿verdad?
+Si...
-Díselo
+Se lo he dicho, pero no me habla, es más ni siquiera me mira a la cara
-Normal
+¿normal?
-Sí, no le quieres, no sabes lo que es querer, ahora te apetece ser feliz y por eso le buscas, porque sabes que es el unico que te espera y que te aguanta, tu solo quieres sentir lo que sentias cuando hablabas con el otro, pero te diré algo, somos únicos, no podrás sentir lo mismo, es una persona totalmente diferente.

Quizás es porque tengo tantas cosas que decirte que no sé ni por dónde empezar, ni por donde acabar. Quizás es simplemente que no quiero echar a perder algo que tiene tanto sentido, tanto "no sé qué" que hace que me pierda por las mañanas, y por las tardes, y por las noches... Quizás es que esto no es tan mutuo como creía, o quizás es que lo es demasiado. Quizás es que el querer y no poder que esto tiene es lo que me encanta, e incluso seas tú el que me encanta. Quizás es que la distancia me acojona, porque es algo que siempre acaba jodiendo todo eso que se encuentra por delante. O quizás no, quizás es sólo un deseo que no tenerte nunca mezclado con una ganas locas de que estés a mi lado. O ese insignificante detalle que siempre tienes de verme cuando nadie me ve, o de cogerme cuando caigo...y todo de forma inconsciente. Quizás es que me da miedo perder las ganas de verte siempre, de hablarte y de que me hables, y el que no consigas ponerme celosa...o quizá es que estás consiguiendo que haga algo que nunca había hecho, que sintiese rabia por situaciones que no había vivido. Y puede que quizás no quiera ser la rutina si no la excepción. Quizás es que no quiero verlo, no quiero reaccionar frente algo que me ha pillado de sorpresa. O mejor dicho frente algo que iba buscando pero que pensé no encontrarlo jamás.