Todo empezó siendo un abrazo con sabor a no me dejes nunca. Desde luego, no se equivocaba cuando ejercía su papel de enamorada, pues en definitiva lo estaba, pero no de quien se esperaba. Ahora continúa con la esperanza de otro inesperado y repentino reencuentro, o tal vez esperado... Si las miradas pudiesen permanecer en silencio, se acabaría por romper debido al llanto