-Le ha dicho que la quiere.
+Ja-ja-ja, y yo soy Elvis.
-¿Y porqué no te lo crees?
+Por favor, que hablamos del rompe-corazones, de aquel que me decía lo mismito que a ella y le importaba una mierda, del casanovas, de ese que trata a las tías como un estropajo.
-Pero ella...
+Ella nada, ¿la has visto? Es un pivón y una guarra, yo tuve lo mismito que ella, ¿pero sabes porqué ella está con él y yo no? Porque no pensaba meterle la lengua hasta la campanilla así porque sí, no pensaba liarmelo por lo bueno que estaba, no, ni quería ni podía. Te aseguro que cuando quieres a una persona las cosas no son tan fáciles. Aún siendo correspondido, hasta los mínimos detalles se interponen.
-Igualmente, ¿como puedes estar tan segura? No lo sabes a ciencia cierta... ¿Acaso él te lo ha dicho?
+No me lo ha dicho, pero pondría la mano en el fuego a que es como yo digo, apostaría lo que quieras. Y estoy tan segura porque lo veo, y si yo fuese él y estuviese enamorado de ella no estaría tan feliz sin ella, si hablase de ella sonreiría como una boba, pensaría en ella y si mis amigos me dijesen de liarme con otra no me reiría y le seguiría el juego. No.
-Pues yo creo qué...
+Que no, que no la quiere.
-Mira, no era eso lo que te iba a decir, pero la quiera o no yo creo que todo esto es lo que tu quieres que pase, tu quieres que él solo esté con ella por lo guapa y por lo muy guarra que és, te intentas engañar a ti misma repitiendote mil veces que él no la quiere porque sabes que si fuese verdad te morirías por dentro, te derrumbarías, no serías ni un poquito feliz, llorarías todas las noches, y no podrías soportar verle pronunciando el nombre de ella. NECESITAS que no la quiera.
+Y si es así ¿Qué?