Te quiero, te amo, te adoro, t'estim, t'am, te follo, sí, tooooooodo lo que tu quieras. Pero no me juzgues antes de conocerme bien. Yo soy de las que lo dan todo, pero también soy de esas que tienen un límite, cuando llega un momento en el que dicen Basta y ahí, ni te querré, ni te amaré, ni te adoraré, ni NADA. Eso es lo que sentiré, absolutamente nada, ni tan solo un poco de cariño. 
¿Sabes? Ansío que llegue ese momento. Ese momento en el que tu no seas nada en mi vida, en el que te pueda insultar como a los otros, y llamarte pasado. Ese momento en el que ser libre no será un sueño, si no una realidad. Ese momento en el que todo me parecerá que va bien. Incluso le veré el lado positivo a las cosas negativas. Volveré a ser como soy. Sin límites. Sin frenos. Sin problemas. Serás un recuerdo indigno de recordar. ¿Y sabes lo que creo? Que te duele, que te duele que te olviden. Porque aunque no me quieras, sé que ese día en el que YO tambien pase de tí, te hundirás, te rebajarás, yo te rebajaré. Yo me reiré. Tu lo verás. Te enfadarás contigo mismo y verás todo lo que te has perdido. Y será en ese momento en el que podrás decir que nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde. Cosa que también estaría incorrecta. Porque tu sabías lo que tenías, pero nunca pensaste que me perderías, ni se te pasó por la cabeza. Y ahí que me habrás perdido, ¿Como te quedarás? Crees que no conseguiré olvidarme nunca de tí, ¿verdad, amor mío? Já, menudo ingenuo.